Misa solemne en honor a Santa Teresa de Jesús

Disfrutamos de una nueva ocasión, para compartir la celebración de Santa Teresa de Jesús, con los frailes Carmelitas Descalzos, en su Parroquia de Nuestra Señora del Carmen en Valencia, acompañados de una feligresía de excepción, por su modo de participar en esta Eucaristía.

La Coral Harmonía Polifónica ha participado este año 2024 con un programa que incluía, además de los cantos comunes de toda misa -que en esta ocasión volvía a ser la misa de Webbe- los de comunión Alto e glorioso Dio de Frisina y Nada de Turbe de Berthier con letra de Teresa de Jesús. En la interpretación de estos cantos participaron como solitas, el tenor Ricardo Ruiz de Azagra, en el de Frisina y el bajo Miguel Falcons, junto a la soprano Valerie Loufi Bernabeu alternaron los solos del canto Nada de Turbe.

Tras la bendición final, la coral entonó al unísono el himno Maestra de la Luz, dedicado a Santa Teresa, con motivo del V centenario de su nacimiento. Este himno, compuesto por el músico Francisco Palazón, con letra del poeta Carlos Aganzo, fue estrenado el 28 de marzo de 2014, durante una celebración Eucarística en la Iglesia La Santa de Ávila construida, posiblemente, donde estuvo ubicada la casa natal de Santa Teresa.

Nuestro director, Gonzalo Luque Turo, eligió un programa que, como siempre, se ajustaba perfectamente a cada una de las partes litúrgicas, pero con el sentido pleno de tratarse de una celebración que tenía lugar en el marco de un templo de la Orden de los Carmelitas Descalzos. De ahí, que algunos de los cantos tuvieran relación con la orden, al ser los autores de sus letras San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús.

Es de reconocer la labor que realiza nuestro director, no sólo porque es capaz de tocar el piano y dirigir a la coral, sino porque además está pendiente de cada momento y maneja las pausas y los tiempos con una resolución increíble, sobre todo, si tenemos en cuenta que toca el piano y los movimientos de la celebración quedan a su espalda. Es habitual, verle tocar el piano sentado ladeado y mirando hacia atrás. A veces parece una proeza.

La misa la celebraba Fray Jorge Humberto Machado y Fray Alejandro Soriano como concelebrante. Un día de otoño lluvioso, que al principio hacía sospechar que la parroquia quedaría medio vacía. Pero, poco a poco, fueron llegando los feligreses para sumarse a una celebración especial, que finalizó mostrando sus respetos a la reliquia de Santa Teresa, que estos carmelitas guardan con tanto amor y veneración.

Una misa como esta, aunque calificada en las rúbricas del misal como celebración de memoria, no deja de ser una fiesta muy importante para el Carmelo y, por tanto, vimos gestos, indumentaria e incluso homilía propios de una liturgia de gran festividad. De hecho, las lecturas que el celebrante escogió no fueron ni las del día ordinario –que se llama feria– ni tampoco las propias del misal del día de Santa Teresa. Por alguna razón, el sacerdote escogió entre las lecturas, un texto del Libro de la Sabiduría, otro de una carta de San Pablo a los Romanos y el texto del Evangelio de San Juan, referido a la Samaritana a la que el Señor le pide de beber.

Esa elección de textos seguramente guarda un sentido con las palabras de la homilía que nos ofreció Fray Jorge Humberto, porque nos condujo por los textos de Santa Teresa, con la sencillez de la que solo pueden hacer gala los entendidos de verdad. Mientras citaba frases cortas y claras, iba señalando su procedencia: de la quinta morada, de la séptima morada, de la sexta morada… No es fácil llevar a otro, la lectura de Las moradas de Santa Teresa, si no es desde una experiencia, al menos, próxima a su significado. De igual manera que nos describía parte del recorrido por ese castillo interior de Teresa de Ávila, se preguntaba y nos preguntaba: ¿Qué es ser descalzo? Descalzo es como volver a ser engendrado de nuevo –afirmó-. Una oportunidad, la de renacer, que se nos ofrece a todos. Y de esta manera –nos apuntó Fray Jorge Umberto- a Teresa de Jesús, doctora de la Iglesia, le fue posible decir al final de su vida: Todo está hecho como tu quisiste.

Para una persona que no fuese creyente, la homilía bien podría interpretarse como un pequeño paseo por la literatura del Siglo de Oro Español, centrado en esta Teresa de Ávila. Ciertamente esta homilía era todo un reto.

Hay que decir de la feligresía que, tras la veneración de las reliquias de Santa Teresa, volvió a su sitio y mientras los sacerdotes y el joven fraile que les acompañaba salieron hacia la Sacristía, ellos permanecieron sentados mientras escuchaban, como canto final, ese Tollite Hostias, que concluye de ese modo que deja al público, en una especia de tiempo de suspiro: momento en el que se lanzaron a una ovación espontánea, cual si hubieran estado en la sala de un concierto.

Esos reconocimientos se agradecen siempre mucho, porque suelen indicarnos que estuvimos a la altura de lo esperado. Siempre mejorable, desde luego, pero no olvidemos que fue una tarde muy lluviosa. Unos tenían calor, otros, frío… Y eso siempre condiciona algo. Pero en esencia, el sentir general en nuestra coral fue unánime: estuvimos muy a gusto y marchamos a casa con la sensación de que la tarea se había cumplido.

Y un detalle para añadir que, aunque ajeno a la celebración de este 15 de octubre, no lo es a la orden carmelitana descalza. Se trata de la singularidad de este templo que muchos conocemos como la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen. Sin embargo, este templo no ostentó siempre la consideración de templo diocesano. Solo las iglesias parroquiales integradas en diócesis pueden ofrecer sacramentos como el Bautismo, el Matrimonio o la Confirmación y otros, que además quedarán registrados por los siglos, en los libros parroquiales.

Anteriormente a transformarse en parroquia, aunque los sacerdotes sigan siendo frailes carmelitas descalzos y no diocesanos, el templo cumplía la función propia de uso litúrgico de los Carmelitas. Por esa razón, el templo fue consagrado mucho antes de utilizarse como iglesia parroquial. Ahora hemos tenido noticia que los Carmelitas Descalzos celebrarán el centenario de la consagración de este templo. Seguro que será una fiesta memorable y por ello les felicitamos anticipadamente.

Ana Piera Orts. Contralto.

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